Durante esta época del año la piel sufre mucho, y es que el frío y la calefacción la pueden deshidratar y resecar, causando descamaciones y dejándola apagada. Además, las bajas temperaturas hacen que cambiemos nuestro estilo de vida hacia un “modo de hibernación” en el que tomamos comida más pesada, somos menos activos y nos sentimos menos positivos y más estresados. Todo esto puede afectar muchos aspectos de nuestra salud, incluido la apariencia de nuestra piel. Si quieres que luzca tan radiante y luminosa como en verano, podemos ayudarte. ¿Quieres saber cómo conseguirlo? ¡Sigue leyendo!
La hidratación es clave
Beber entre un litro y medio y dos de agua cada día durante esta época del año parece más difícil que en otras estaciones. Si tienes sed, un vaso de agua fría no es muy apetecible cuando hace frío. Sin embargo, estar hidratado es esencial para tu salud en invierno porque ayuda a prevenir la sequedad de tu piel. Te recomiendo no dejar el agua en la nevera y bebértela a temperatura ambiente, o bien tomarla caliente en forma de té. Puedes probar el té con limón o intentar añadirle trozos de manzana o una ramita de canela para variar. Los tés de frutas y las infusiones también cuentan, encuentra el sabor que más te guste y ¡a disfrutar!
Si estás intentando perder esos kilos extra que ganaste en Navidad, has de saber que un estudio ha demostrado que los participantes perdieron una media de más de 4,5 kilos en 12 semanas sólo con beber 500 ml de agua media hora antes de sus comidas, sin cambiar ningún otro hábito.Motívate
Grasas esenciales
Las grasas esenciales son importantes en nuestra rutina de belleza, ya que hidratan la piel desde dentro aportándole un extra de jugosidad. El pescado azul es la mejor fuente de omega 3, así que inclúyelo dos o tres veces por semana en tu dieta. Ya sabes, añade salmón, caballa y sardinas en tus comidas. Por ejemplo, para desayunar te puedes preparar unas tostadas de centeno con sardinas; para comer, una caballa ahumada con una ensalada de remolacha y, para la cena, un filete de salmón con arroz integral y verduras verdes.
Motívate
Comer más pescado también mejora tu estado de ánimo y es bueno para la gente que sufre depresión o ansiedad leves. Además, tiene otros beneficios como proteger tu corazón, articulaciones, huesos y cerebro.
Los frutos secos y las semillas son también una genial fuente de grasas saludables. Las semillas de chía, de cáñamo y de lino son particularmente buenas, así que anímate a tomar cada día una cucharada, especialmente si eres vegano o vegetariano. Las nueces, las semillas de calabaza y las nueces de Brasil también son ideales. Además, si las tomas con aguacate estarás consiguiendo una buena dosis de vitamina E, otro nutriente esencial para la piel que la ayuda a retener la hidratación y tiene efectos antioxidantes y antiinflamatorios. Intenta comer algunos frutos secos y semillas con aguacate al menos un par de veces por semana.
Quizá habrás oído que los frutos secos y los aguacates tienen un alto contenido calórico, pero no te asustes. Diversos estudios muestran que comer frutos secos ayuda a la pérdida de peso y, que medio aguacate durante el almuerzo hace que comas menos durante el resto del día.Motívate
Para que los omega 3 funcionen adecuadamente en tu cuerpo tienen que transformarse mediante unos procesos que requieren de vitaminas y minerales, incluyendo vitaminas del grupo B, vitamina C, zinc y magnesio. Así pues, es importante incluir en tu dieta alimentos que te los proporcionen. Por otro lado, también es fundamental evitar las grasas saturadas, ya que bloquean estos procesos de transformación: huye de los fritos, la margarina, los aceites vegetales baratos y comidas procesadas.
Desayuno de belleza con superalimentos
- 4 cucharadas de avena
- 1 cucharada de semillas de chía
- 1 cucharadita de semillas de calabaza
- 3 nueces de Brasil picadas
- 2 nueces picadas
- Yogurt natural o leche de almendras
- Un puñado de arándanos
- 1 cucharada de miel cruda (opcional)
- Ponlo todo, excepto los arándanos y la miel, en un tazón, mézclalo y déjalo reposar en la nevera durante la noche.
- A la mañana siguiente añádele los arándanos y la miel si quieres.
Intenta dormir bien
Según un estudio americano, las mujeres que duermen menos de cinco horas tienen más líneas de expresión, menos elasticidad en la piel y tardan menos en recuperarse de los daños causados por los agentes externos (1). Por eso, si puedes, dormir entre siete y ocho horas por las noches es ideal. ¿Cómo conseguir que además ese sueño sea profundo? Aquí van las claves:
- La luz artificial de las pantallas de tus aparatos electrónicos suprime la liberación de melatonina, la hormona del sueño, así que aléjate del ordenador o la tablet una hora antes de ir a dormir.
- La manzanilla y las sales de baño de sulfato de magnesio ayudan a relajar tu cuerpo y lo dejan listo para ir a la cama. ¡Antes de dormir, mucho mejor un baño relajante que la última serie de Netflix!
- Apaga la calefacción por la noche, te ayudará a tener un sueño de calidad y prevenir la sequedad de tu piel.
Muévete
El movimiento es esencial para la buena circulación, ya que lleva nutrientes y oxígeno a tu piel y su buena salud depende totalmente de los nutrientes que le llegan de este modo. Así pues, hacer ejercicio es básico. Ya sabemos que con este tiempo no apetece nada, pero no lo uses como excusa y busca una forma de moverte que no te cueste; puedes hacerlo sin estar al aire libre. Prueba las clases dirigidas como el baile o el yoga, la sala de máquinas del gimnasio o incluso vídeos tutoriales para hacer ejercicio en casa. El deporte además mejora el sistema inmunológico, el estado de ánimo, los niveles de energía y la calidad del sueño, todo aquello que se ve afectado durante el invierno.
Consejos para cuidar tu piel en invierno
- Exfóliate: estimularás la renovación celular de la piel, que tiende a ralentizarse con la edad ¡Líbrate de las células muertas! Apagan tu piel y le restan luminosidad. Usa un producto suave dos veces por semana.
- Protege tu piel con crema solar: aunque no seamos conscientes, en invierno también estamos expuestos a rayos UV que causan el envejecimiento cutáneo.
- Desmaquíllate antes de dormir: ¡siempre! Mientras duermes se secretan hormonas que reparan tu piel y la restauran de los daños del estrés y de los rayos UV. La piel necesita respirar y por eso es fundamental que no te vayas a la cama maquillada.
- Aficiónate a los masajes faciales: intenta darte un masaje en el rostro cuando apliques tu hidratante o tu crema de noche para mejorar la circulación y verte radiante. Comienza por el cuello y ves subiendo hacia tus pómulos, nariz y alrededor de los ojos para acabar en la frente.
- Incluye de 1 a 3 Beauty & Go Winter Skin Protector en tu dieta diaria: conviértelo en parte de tu rutina para el cuidado de la piel, la reforzarás desde dentro. La combinación de frutas, ácido hialurónico, colágeno, equinácea, jalea real, aloe vera y Macro-Antioxidantes® protege tu piel contra el frío invierno y, a su vez, ayuda a tu sistema inmunológico y tus niveles de energía. Para más información haz clic aquí.
Referencias
Oyetakin-White P1, Suggs A, Koo B, Matsui MS, Yarosh D, Cooper KD, Baron ED. Does poor sleep quality affect skin ageing? Clin Exp Dermatol. 2015 Jan;40(1):17-22.