LOS SECRETOS DE LA ETERNA JUVENTUD

Al contrario de lo se creía, los científicos han descubierto que un 75% del envejecimiento se debe principalmente a nuestro estilo de vida, frente al 25% que viene determinado por la genética. Magnífica noticia, ¿no? ¡Significa que podemos retrasarlo! ¿Quieres saber cómo envejecer mejor y mantenerte joven durante más tiempo? ¡Está en tu mano!


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El estrés, el tabaco y el sobrepeso son los tres factores principales que determinan lo rápido que envejecemos. Evitar completamente el estrés es prácticamente imposible, pero cualquier cosa que te ayude a combatirlo te ayudará. Se ha demostrado que la meditación reduce los niveles de la hormona del estrés (cortisol) a la vez aumenta la producción de las hormonas de la felicidad (serotonina) y del sueño (melatonina), lo que se traduce en días más alegres y noches más tranquilas. Meditar regularmente lleva a tu organismo a un estado de equilibrio y armonía en el que las células pueden repararse mejor, y minimizar así los efectos negativos del estrés en el organismo. Si te interesa saber más sobre los beneficios de la meditación haz clic aquí.

Tu mente es poderosa

Durante la década de 1980, la psicóloga Ellen Langer realizó una interesante investigación en la que pidió a un grupo de hombres de 75 años que se vistieran, hablaran y actuaran como si fueran 20 años más jóvenes. ¡Sucedieron cosas increíbles! Tan sólo una semana después los hombres mejoraron su fuerza, flexibilidad, postura, memoria e incluso la vista y el oído. Si no te lo crees, repítete cada mañana frente al espejo que eres joven y estás lleno de vitalidad, ¡te sorprenderás con los resultados!

¡Atrévete!

A medida que nos hacemos mayores tendemos a caer en la rutina y a volvernos más comodones, maniáticos e intransigentes. Probar cosas nuevas, correr riesgos y superar tus propios límites hará que tu mente siga trabajando, y tu te sentirás mucho mejor. De hecho, adquirir nuevas habilidades cambia realmente la estructura del cerebro, ya que ayuda a crear nuevas conexiones entre las células, lo que resulta en un mejor funcionamiento mental. Aprender a tocar un instrumento musical o a hablar un nuevo idioma estimula especialmente la formación de nuevas conexiones neuronales.

También es importante que pruebes alimentos nuevos, ya que si comes siempre lo mismo quizá estés pasando por alto algún nutriente fundamental; la variedad es la clave de una dieta equilibrada. Cada semana, añade a tu carrito de la compra algún alimento que no tomes normalmente. Eso sí, ¡que sea sano! (frutas, verduras, legumbres, frutos secos, semillas o cereales integrales).

Mens sana in corpore sano

El ejercicio es básico para no engordar ni perder masa muscular, algo a tener muy en cuenta, ya que, a partir de los 30 años, nuestros músculos van siendo sustituidos por grasa a marchas forzadas. Bailar es una opción ideal, mucho más divertida que ir al gimnasio. Además, mejora la flexibilidad y el equilibrio, ambos factores muy importantes a la hora de mantenernos jóvenes. El yoga también es fantástico, ya que incrementa la fuerza, la agilidad y el equilibrio, reduce el estrés y tiene efectos antienvejecimiento a nivel celular.

Por otro lado, estar activo mantiene tu mente en forma; las personas mayores de 65 años que hacen ejercicio regular moderado reducen en un tercio las posibilidades de sufrir demencia. Por otro lado, de los 40 años en adelante se produce una disminución natural de la función cerebral —a los 70 ya se ha reducido un 20%— y practicar deporte ayuda a frenar este declive. Se ha demostrado que caminar cada día incrementa la supervivencia de las neuronas y el nacimiento de otras nuevas en el hipocampo, el área del cerebro que se relaciona con la memoria y el aprendizaje. Así que, ¡desempolva tus zapatillas y ponte en marcha!

Dulces sueños

Una de las formas más eficaces de combatir el envejecimiento es descansar bien. La producción de colágeno —necesario para crear y reparar tejidos como la piel, los músculos y los huesos— se da mientras dormimos. De hecho, la mayoría de procesos de reparación celular se producen por la noche, por lo que dormir bien es vital para conservar una buena salud. Se sabe que la falta de sueño afecta la sensibilidad a la insulina y aumenta los niveles de azúcar en sangre, lo que causa la formación en el cuerpo de productos de glicación avanzada (conocidos como AGEs, advanced glycation end products), sustancias que aceleran el envejecimiento celular. ¡Por algo se llama sueño reparador! Si necesitas consejos para dormir bien clica aquí.

Cuida tus telómeros

Los telómeros son los extremos del ADN; se van acortando a medida que pasan los años, lo que provoca el envejecimiento celular. Sin embargo, un estudio de 2014 ha descubierto que la curcumina, el pigmento amarillo de la cúrcuma, puede ayudar a prevenir esta reducción de los telómeros, e incluso podría hacer que éstos se alargaran. La cúrcuma se puede añadir a los platos de curry, sopas, batidos o incluso tomarse como suplemento. De nuevo, la meditación, la actividad física y la vitamina D ayudan a mantener la longitud de los telómeros, mientras que el estrés y la inflamación los acortan. Aquí encontrarás más información sobre la inflamación y trucos para combatirla con la dieta.

Verde que te quiero verde

La proteína animal estimula una hormona necesaria para el crecimiento, pero que también acelera el envejecimiento. No hace falta que te hagas vegano ni vegetariano, pero come menos carne si quieres retrasar el proceso. Otros pequeños cambios, como sustituir la leche de vaca por la de almendras, también funcionan. En realidad, cuantos menos productos animales incluyas en tu dieta, mejor. Diversos estudios muestran que los frutos secos tienen un gran poder antiedad; intenta tomar un puñado al día, como aperitivo, con tus copos de avena o en el muesli. Si quieres seguir una auténtica dieta anti-aging, echa un vistazo aquí.

Los mejores alimentos antiedad